Para 4 personas / 45 min.
- 8 Láminas de pasta brick
- 1 Calabaza mediana
- 1 Cebolla
- Aceite de oliva
- Sal
- Pimienta
Para la salsa:
- 200 g de queso gorgonzola
- 100 ml de nata líquida
- 100 ml de leche
- Sal
- Pimienta
Lavar la calabaza y cortar por la mitad. Disponer el horno a 180º C y asar durante unos 30 minutos, o hasta que se pueda introducir un cuchillo en la pulpa con facilidad. Retirar del horno y dejar enfriar.
Cortar la cebolla en dados pequeños y sofreírla con un poco de aceite de oliva a fuego lento, hasta que empiece a dorarse. Retirar.
Pelar la calabaza, retirar el agua que haya soltado y aplastar con un tenedor hasta obtener un puré. Escurrir ls cebolla de aceite y mezclar con el puré. Sazonar con sal y pimienta.
Extender las láminas de pasta brick y disponer una porción de puré en el centro. Enrollarlo hasta formar un paquete y pincelar con aceite de oliva.
Calentar una cucharada de aceite en una sartén y añadir el queso troceado, la nata y la leche. Reamover suavemente, sin dejar que llegue a hervir, hasta fundir el queso. Salpimentar.
Disponer los rollitos en una bandeja e introducir en el horno a 160º C hasta que queden dorados y crujientes. Servir con la salsa de gorgonzola.