Para 4 personas / 55 min.
- 2 Salmonetes grandes
- 2 Calabacines pequeños
- 2 Cucharadas de queso feta
- Aceite de oliva
- Pimienta
- Sal
Para la tapenade:
- 150 g de aceitunas negras de Aragón
- 1/2 Diente de ajo
- 2 Filetes de anchoa
Lavar los calabacines y cortarlos longitudinalmente en laminas muy finas con la ayuda de un pelaverduras. Escaldarlos en una cazuela con agua hirviendo con sal durante 1 minuto, escurrirlos y disponerlos en los platos de servicio formando una milhojas en forma de rosa. Espolvorear cada capa con un poco de feta rallado, una pizca de sal y un hilo de aceite.
Deshuesar las aceitunas negras con cuidado y triturarlas con el ajo picado y los filetes de anchoa troceados hasta obtener una pasta suave y homogénea.
Limpiar y descamar los salmonetes. Filetearlos y retirar todas las espinas con ayuda de unas pinzas. Secarlos bien con papel absorbente de cocina y sazonar con sal y pimienta.
Asar los filetes en una sartén antiadherente con unas gotas de aceite durante 1 minuto por cada lado. Disponerlos encima de los milhojas de calabacín.
Formar pequeñas quenelles con la tapenade de aceitunas y coronar los milhojas de calabacín. Decorar, si se desea, con unas hojitas de hierba luisa. Servir inmediatamente.